Momentos

Todos pasamos por rachas mejores y peores en nuestra vida, eso es una verdad como un templo, y el que diga lo contrario miente como un bellaco.

El otro día estaba en el gimnasio cuando escuche una conversación entre dos personas de avanzada edad, charlaban precisamente de este tema y en ellos me he inspirado para escribir estas líneas.

Uno le estaba diciendo al otro que a lo largo de la vida todos pasamos por malos y buenos momentos, que era algo natural, y dijo una frase que a mí me dio que pensar.

Dijo algo así: Si una persona tiene tablas sabe aprovechar esos malos momentos aprender de ellos y crecer como persona.

En ese momento me di cuenta de que muchos aspectos de mi vida los he mejorado gracias a una mala experiencia. No solo eso sino que por raro que parezca pienso en los malos momentos de mi vida y nace una fuerza en mi interior devastadora. Utilizo esa fuerza para mi beneficio y creo que consigo cosas que de otra manera no podría.

Por eso pienso que de los malos momentos también se puede sacar algo positivo.

Creo que mi forma de pensar se ve condicionada por ese aspecto, por ejemplo si para ayudar a un amigo tengo que hacer algo políticamente incorrecto no me lo pienso y lo hago. Por supuesto siempre y cuando no haga daño a nadie con esa acción. Pero algo que otros dirían “yo si me voy a meter en ese berenjenal” yo ni me lo pienso. Porque el día de mañana todos vamos a ir al mismo sitio y lo que hayas hecho es lo que se va a quedar.

Por eso mi gente sabe que siempre estoy ahí, para los malos y los buenos momentos. Puedo permanecer en las sombras unos días, pero que este en las sombras no significa que no esté ahí vigilando tus espaldas.