La pareja de pingüinos Z y Vielpunkt, como se les conoce en el zoo de Bremerhaven, se preocupa de su vástago como lo haría cualquier pareja heterosexual de la misma especie, según ha informado un portavoz del zoológico.
Las dos aves adoptaron un huevo de un pingüino de Humboldt que había sido rechazado por sus padres y se preocuparon de empollarlo con gran cuidado hasta el nacimiento del polluelo, que, entre tanto, ya ha cumplido cuatro semanas.
La vida diaria de la curiosa pareja está marcada por la rutina de alimentar a su bebé con la papilla de pescado de regurgitan alternativamente, limpiarlo y darle calor hasta que alcance la edad adulta.
El portavoz del zoológico de Bremerhaven ha subrayado que la homosexualidad es habitual entre los pingüinos y que suelen ser fieles a su pareja toda la vida.
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