Lluvia y Melancolia

Llovía como nunca lo había hecho, eran casi las siete de la tarde pero las farolas de las calles se encontraban ya encendidas, inundando con aquella luz anaranjada todo cuando tocaba. La gente iba corriendo de aquí para allá con los paraguas abiertos, apenas podían cubrirse con ellos, pues la lluvia caía con fuerza y en abundancia.
Soy un mero espectador, aquí en mi ático, sentado en el alfeizar de la ventana, con las rodillas encogidas contra mi pecho, abrazándolas con mis brazos, mi mirada se pierde a través de los cristales mojados con las gotas de lluvia resbalando por ellos.
Hace un poco de frio, llevo una camiseta corta de un grupo punk local que conocí hace algún tiempo, unos vaqueros LEVIS y unos calcetines de rayas negras y moradas recubren mis pies descalzos.
Una taza de café caliente humea a escasos centímetros de mí, no sé porque pero me reconforta ver el humo que sale de la taza, me siento bien.
Soy prisionero de mi mismo, aquí en esta pequeña fortaleza de soledad puedo dar rienda suelta a mis pensamientos, es irónico que me encuentre rodeado de tanta gente y me sienta tan solo al mismo tiempo. Mis padres siempre me dicen que vivir en la ciudad es un poco caótico, que no tenemos tiempo ni para respirar, pero me gustaría que me viese en estos momentos, sintiendo esta soledad, sin más amparo que el de una taza de café.
Una lagrima resbala por mi mejilla………curiosamente mi madre siempre me dice que cuando lloro me veo de una manera especial, dice que el verde de mis ojos brilla con más intensidad que nunca, ahora mismo debe de ser todo un espectáculo.
Doy un sorbo al café, el líquido caliente se desliza por mi garganta y me reconforta, cierro los ojos y dejo que esa sensación de bienestar inunde mi cuerpo, agarro mis piernas con más fuerza y las aprieto contra mi pecho, me siento vivo, triste y apático pero vivo.
El invierno siempre me ha hecho sentir muy triste, cada final de verano es lo mismo, vuelvo a mi piso y comienzo mi rutina, y siempre vuelven los mismos sentimientos, supongo que la lluvia me afecta de una manera distinta a los demás, me pone triste y melancólico.
Este invierno se que va a ser especialmente duro, lo estoy esperando y me estoy preparando para cualquier cosa.

Autor: Miguel Gonzalez.