jueves, 17 de noviembre de 2011

El dilema del Erizo


¿Qué es el dilema del erizo? Os preguntareis algunos.

El dilema del erizo es un término psicológico que se usa para un determinado tipo de relación.

Los erizos al igual que las personas crean amistades con sus otros congéneres, pero los erizos tienen una peculiaridad en sus cuerpos. Como muchos ya habréis adivinado su cuerpo está plagado de afiladas púas.

¿Qué es lo que ocurre? Muy sencillo, cuanto más intentan acercarse más daño se hacen el uno al otro, pues ellos mismos involuntariamente le clavan las púas al otro.

No es que les hagan daño deliberadamente, ni siquiera tienen intención de hacérselo, pero se lo acaban haciendo hasta que uno de ellos decide retraerse para no seguir sufriendo el daño provocado por las púas del otro.

Este término podemos aplicarlo a las relaciones humanas. Cualquier tipo de relación es validad, tanto si es familiar, amorosa como amistosa. Hay veces que los integrantes de la relación se hacen daño constantemente, ellos no quieren hacerlo y sufren cada vez que el otro ha sido herido involuntariamente, pero el amor que les procesan sea del tipo que sea impide que se alejen.

No hay solución para este tipo de relaciones, si se acercan demasiado se dañan, si mantienen un margen pueden convivir sin ningún problema.

Si alguna vez os encontráis con este tipo de relación en vuestra vida, tanto si sois los que hacéis daño con mayor frecuencia e involuntariamente, como si sois los que lo sufrís os recomiendo que pongáis un tope. No hay porque cortar la relación, solo habría que cortarla en el caso de que la persona fuese vuestra pareja, porque como es obvio no vais a crear un vacio en vuestra propia casa con la persona que se supone que es la que mas amáis. Pero en cualquiera de los otros caso debéis dictar unos límites, y encargaros de que ninguno de los dos crucen esas líneas pues de lo contrario volveréis a dañaros psicológicamente.

Y hasta aquí la explicación de termino psicológico “Del dilema del erizo”

1 comentario:

a dijo...

vaya que cosas tiene la vida