jueves, 11 de junio de 2009

Libro 1º episodio 2

Primero de todo queria pediros disculpas de antemano, este segundo episodio que narra la vida de Jesse lo encuentro algo flojo, esta semana pasada he tenido algun que otro problemilla y no he podido dar lo mejor de mi mismo, por suerte las cosas ya van volviendo a su cauce y os prometo un episodio 3 mucho mas interesante.

Episodio 2

El sol se filtraba por los parteluces de la ventana dejando el cuarto semi iluminado, habían pasado varios días desde el accidente y Jesse apenas había salido de allí, se sentía sucio, como si fuese un mal para el mundo, no alcanzaba a comprender porque le había pasado a él, se pasaba las noches enteras pensando en busca de una solución, pero por más que lo intentaba no encontraba una respuesta, salvo tratar de permanecer el máximo tiempo posible aislado de los demás.

El caos reinaba en aquella habitación, la ropa estaba tirada por los rincones, el ordenador estaba encendido con un mensaje en pantalla avisando de que había varios correos sin leer, Jesse estaba tumbado en su cama, ausente, con los ojos cerrados y dejando que el dolor y el aislamiento que sentía fluyese por todo su cuerpo como si de un veneno se tratase, su madre estaba muy preocupada por el, desde el día que había vuelto del parque apenas había cruzado palabra, había dejado el trabajo y solo salía de su habitación para comer e ir al baño, sus amigos llamaban preocupados pero hasta ese momento no habían conseguido contactar con él.

Una mañana temprano antes de que su madre saliese para el trabajo, entro en la habitación de Jesse para ver qué tal se encontraba, estaba durmiendo en su cama, su madre se acerco y se quedo largo tiempo observándolo con una dulzura desmesurada.

Lo observaba dormir y se preguntaba al mismo tiempo que le estaría ocurriendo, no era normal la manera en la que se estaba aislando del mundo, de pronto Jesse hizo un movimiento y se destapo un poco los brazos, llevaba una camiseta de manga corta azul marino, su pelo moreno y corto estaba totalmente despeinado, su madre cogió la manta y se dispuso a taparlo, cuando de pronto abrió los ojos y vio que su madre estaba a punto de tocarlo, se aparto con un brusco movimiento.

-¿Qué haces? ¿Estas loca?

-Cariño, yo solo pretendía…….

-¡No me toques!

-¿Pero qué dices?

-¡Te he dicho que no me toques!

-Cielo cuéntame que es lo que te pasa, has dejado el trabajo, no atiendes las llamadas de tus amigos, puedo ayudarte sea lo que sea por lo que estés pasando.

-No puedes, nadie puede.

-Porque no lo intentas, Jess pruébame.

Jesse salió de su habitación, se metió en el baño y cerró la puerta con pestillo, se quedo de pie frente al espejo, mirándose, estaba muy nervioso había estado a punto de matar a su madre, en ese momento se dio cuenta de que era más peligroso de lo que jamás hubiese pensado.

-Jess cariño tengo que ir al trabajo pero esto no va a quedar así, en cuanto llegue a casa tu y yo vamos a hablar largo y tendido.

Su madre se fue de la casa dejándolo solo en el inmueble, Jesse salió del baño y se dispuso a hacer la maleta, no podía dejar que una situación así se volviese a repetir, cogió una mochila y metió algo de ropa limpia, rompió su hucha y saco todo el dinero del que disponía, no sabía donde iría ni que haría, pero una cosa tenia clara, no podía tener contacto con ningún ser vivo.

Salió de su barrio con paso decidido pero no sabía dónde dirigirse, sus pasos lo guiarían, caminaría sin pensar.

Comenzó a andar por una calle desconocida para él, no se fijaba por donde iba, simplemente se dejaba llevar por sus piernas, llevaba más de una hora andando sin rumbo cuando se dio cuenta de que había llegado a un pequeño parque lleno de arboles, parecía un sitio muy tranquilo, corría una brisa muy refrescante y apenas había gente paseando, decidió sentarse en un banco pintado de color verde para descansar un poco sus piernas.

Sentía un terrible dolor de cabeza, todo le daba vueltas, el estrés estaba haciendo acopio de las pocas fuerzas que tenia, algo había que hacer y hacerlo pronto.

Estaba sumido en sus propios pensamientos cuando alguien se sentó a su lado, al principio no se dio cuenta, pero al instante miro y vio que un muchacho de su misma edad más o menos estaba sentado a su lado con cara abatida, su estado de ánimo parecía bastante peor que el suyo si eso era posible, el joven era moreno, de complexión atlética y con una boca bastante grande.

-Disculpa, si te molesto me voy.

-No, no te preocupes todo está bien.

El chico asintió con la cabeza y volvió a sumirse en sus pensamientos, los dos permanecieron allí en silencio, tan cerca pero al mismo tiempo tan lejos, cada uno en su mundo sumidos en sus propios problemas.

-Disculpa, ¿no eres de por aquí verdad?-le dijo el chico a Jesse al cabo de unos minutos.

-No, no soy de por aquí, vivo en el centro.

-Me llamo Samuel.

-Soy Jesse, un placer.

Samuel extendió la mano para chocar la de Jesse, este, ante la situación que se le había presentado no supo cómo reaccionar, titubeo unos momentos y sin pensarlo dijo:

-No puedo tocar a nadie, lo siento.

-¿Como dices?-Dijo Samuel retirando la mano.

-Ehhhh no nada, se trata de mi piel, es muy delicada y no puedo tocar nada, de momento se irrita y me pongo fatal-dijo con cara de sorpresa esperando que Samuel le creyese.

-Nunca lo había escuchado, pero cosas más raras se han visto ¿no?

-Si……cosas más raras.

-Bueno y si no eres de este barrio que te trae por aquí.

-La verdad es que no tengo nada que hacer aquí, buscaba un sitio para pensar.

-Yo vivo aquí al lado, en ese edificio de allí enfrente-dijo señalando un grupo de edificios que había en la parte sur del parque-a veces bajo aquí para evadirme de los problemas, me ayuda a pensar y a meditar sobre mi vida.

-Parece que no soy el único que tiene problemas-dijo Jesse sonriendo tristemente a Samuel.

-Y bueno Jesse, que problemas atormentan tu vida para venir a un lugar tan alejado a pensar.

Jesse se quedo mirando a Samuel evaluándolo pasa saber hasta dónde podía llegar.

-Últimamente mi vida no ha ido todo lo bien que cabria esperar, he tenido problemas familiares y creo que la situación me está superando por momentos.

-Pues ya somos dos…….

-¿También tienes problemas con tu familia?

-Con mi novia para ser exactos, hace unos meses que nos fuimos a vivir juntos y la verdad, no es como habíamos soñado, estamos teniendo más problemas de los que creíamos, a ella la han despedido en su trabajo y con mi sueldo apenas llegamos a fin de mes, esta situación no hace más que avivar el mal rollo y las peleas entre nosotros, y yo me siento impotente porque quiero darle una vida digna pero no puedo.

-Vaya, lo siento Samuel.

-No te preocupes, trato de que los problemas no influyan en mi vida cotidiana aunque es evidente que no siempre lo consigo, pero oye, no ha sido un mal día después de todo, me has parecido un buen tío, y me alegro de haberte conocido.

-Yo también me alegro de haber podido charlar con alguien.

-Toma, aquí tienes mi número de teléfono-le dijo extendiéndole una tarjeta.

Jesse la cogió y la guardo en su bolsillo.

-Si alguna vez te apetece charlar sobre algo no tienes más que llamarme.

-Gracias, lo tendré en cuenta.

Samuel se levanto y se fue, Jesse se quedo bastante deprimido, no se había atrevido a entablar una amistad con Samuel por miedo a acabar con su vida, que sería de él, ahora que se encontraba tan aislado del resto de la humanidad.

1 comentario:

a dijo...

Hola Miguel, esta es la dirección del blog que te comente lo esta llevando mi hermano pero la denuncia es de todos, espero que te interese
un beso
http://noalaorujera.blogspot.com/