jueves, 25 de junio de 2009

Libro 1º episodio 3

Esta semana he tardado un poco mas en colgar el episodio porque he tenido problemas con el pc y perdi parte del trabajo que tenia, espero que el episodio 4 este listo para la semana que viene.

Episodio 3

Apenas habían pasado unos minutos de la partida de Samuel cuando Jesse aun sentado en el banco sintió un grito espeluznante, miro a ambos lados de la calle pero no supo identificar con exactitud de donde provenía.

De nuevo y más intenso que la vez anterior se escucho el grito, el bello de Jesse se erizo, esta vez se levanto y escucho atentamente, supo al instante que el grito provenía del interior de un callejón que había en la esquina izquierda, sin pensar en las consecuencias se lanzo en esa dirección, alguien necesitaba ayuda…….

Al cabo de unos instantes llego al callejón, apenas había puesto un pie dentro cuando se dio cuenta de que dos matones estaban intimidando a Samuel.

-Dame todo lo que lleves de valor y te dejaremos en paz, podemos hacer esto por las buenas o por las malas, ¿no es verdad flag?

-No tengo nada, os lo digo de verdad, no llevo nada de valor encima.

Jesse miraba la escena atento a cada movimiento de los ladrones, Samuel no tenía nada que ver con él, pero le había tendido una mano en el momento que más lo necesitaba y estaba muy agradecido por ello.

-Flag regístralo y veamos si lo que dice es cierto.

Uno de los matones se acerco a Samuel, este al ver que lo iban a registrar trato de resistirse pero flag le dio un puñetazo en los morros, de la boca de Samuel empezó a manar sangre, este se asusto y se quedo quieto, Jesse no se lo pensó ni un instante, se lanzo contra el matón que tenia justo delante, apenas su mano toco el brazo del matón su cuerpo se convulsiono como si estuviese recibiendo una descarga eléctrica, sus ojos tornaron en blanco y de su boca salió un poco de espuma blanca, un instante después su cuerpo cayó al suelo como si de un títere al que le han cortado las cuerdas se tratase.

En ningún momento había pensado en usar sus poderes como si de un súper héroe se tratase, jamás lo había pensado y no se consideraba la persona mas idónea para decidir quien debía de vivir y quien morir.

Flag se dio la vuelta y vio el cuerpo inanimado de su compañero, se quedo mirando a Jesse que unos instantes atrás no se encontraba allí.

-¿Pero quién demonios eres tú? ¿Qué le ha pasado a Diddo?

Samuel miraba a Jesse con los ojos abiertos de par en par, estaba totalmente desconcertado, no sabía que había pasado, solo sabía que Jesse había aparecido y unos instantes después uno de los matones había caído al suelo muerto, fulminado.

El matón se agacho y empezó a zarandear a su compañero, pensaba que estaba mareado, no había habido forcejeos ni pelea, no era posible que hubiese caído así como así muerto.

-Jesse ¿Qué está pasando?-dijo Samuel mirando primero al cuerpo sin vida y después a él.

-No…….no lo sé, escuche gritos y vine corriendo, al entrar este tipo de cayó al suelo.

-¡MIENTES! Le has hecho algo, lo has matado tu-dijo Flag desde el suelo mirándolo atemorizado.

-¡Te digo que yo no he hecho nada! Como quieres que lo mate si ni lo he tocado-Jesse dijo aquello esperando que la lógica hiciese acto de aparición.

Flag dudo unos instantes, luego se levanto del suelo y salió corriendo de allí.

-¿Qué hacemos?-dijo Jesse.

-Vámonos de aquí, en mi piso estaremos seguros, si alguien nos ve aquí estamos metidos en un buen lio.

-De acuerdo, te sigo.

Ambos salieron corriendo de aquel callejón, procuraban no correr mucho para no llamar la atención iban mirando atrás constantemente por si alguien los había visto, pero al parecer pocas personas pasaban por allí a esas horas del día.

Al cabo de lo que a Jesse le parecieron horas consiguieron llegar al apartamento de Samuel, subieron por unas destartaladas escaleras de madera y entraron en la puerta que había en el segundo rellano.

El inmueble constaba de una pequeña habitación central que hacía de salón recibidor, un sofá desvencijado ocupaba casi toda la estancia, todo parecía bastante viejo y usado, en una de las esquinas había una pequeña estufa de hierro encendida que daba calor a todo el piso.

Jesse y Samuel entraron en el salón con la respiración alterada y un poco nerviosos, Samuel se agarraba el costado para aliviar el flato.

-Creo que estamos a salvo por ahora.

Jesse no contesto, se limito a mirarlo con la mirada cansada.

Samuel se sentó en el sofá ya un poco más calmado cuando de pronto una mujer salió de una de las habitaciones laterales.

-Samuel que te ha pasado-dijo esta al ver la sangre seca en la cara de Samuel.

La chica tenía el pelo bastante largo, lo llevaba por detrás de los hombros, sus cara redonda junto con sus pómulos altos le daban el aspecto de un melocotón, tenía las mejillas sonrojadas.

-Tranquila Erika todo está bien.

La chica se acerco a él alarmada, le sujeto la cara con las manos y le examino el rostro.

-¿Quien te ha hecho esto?

-Han sido unos atracadores, pero no ha sido nada, en serio, por suerte Jesse estaba allí y me ha salvado.

La chica se percato por primera vez de que Jesse también estaba en el salón.

-Hola-dijo este algo cortado.

-¿Tu has salvado a Samuel?

-No ha sido nada, solo he estado en el momento oportuno, no hay nada de merito en ello.

-Muchas gracias-La chica se abalanzo sobre él y trato de darle un abrazo de agradecimiento, Jesse se levanto de un salto y se aparto a una de las esquinas.

-Lo siento, no pretendía molestarte-dijo ella algo confusa.

-Oh no…….no es nada, no te preocupes-dijo Jesse sin levantar la mirada del suelo.

Erika miro a su marido con el semblante dudoso, no sabía porque Jesse había reaccionado así pero decidió no darle más importancia, fue al baño y cogió el botiquín para curar la herida que tenia Samuel en la cara. Jesse estaba sentado en una silla en una esquina del salón contemplando muerto de envidia como se querían el uno al otro y más aun como se tocaban.

-Bueno…..yo creo que voy a marcharme ya va siendo hora.

-Por qué no te quedas a cenar-sugirió Erika.

-Te lo agradezco pero no puedo, me esperan en casa.

Jesse se levanto de la silla y se quedo un poco parado sin saber qué hacer, se metió las manos en los bolsillos y dijo:

-Bueno, espero que nos veamos pronto……

-Espera te acompaño a la puerta-dijo Samuel.

Ambos salieron por la puerta y bajaron hasta la puerta de la calle.

-Mira Jesse, yo no sé lo que ha pasado en el callejón, no te hare preguntas y no te pediré explicaciones, solo quiero que sepas que te estoy muy agradecido por tu ayuda y quiero que sepas que aquí siempre tendrás un amigo para lo que necesites.

Jesse miro a Samuel a los ojos, tenía sus ojos brillantes frunció los labios y se marcho sin decir una palabra.

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